24 sept 2012

E-piso-dio 023 · Leaving Las Vegas

(10-03-1997) Día D resaca. I'm a loser, baby...
     Antaño, recuerdo que como teníamos fiesta en el Instituto, hacíamos alguna cosa más o menos divertida todos los días de viernes a domingo de la semana siguiente, es decir, diez días seguidos: aburridos acabábamos. Como yo no soy mucho de salir por ahí pues aprovechaba e iba también al cine con algún amigo o con mi hermana, o andábamos por los recreativos jugando al Pang o al Toki hasta que los (muy) macarras de turno nos amedrentaban y entonces salíamos por patas con alguna moneda de 25 pesetas de menos... pero eso ya se acabó, como diría la farandulera María Jiménez.
     Estoy hablando de la Magdalena: las fiestas de mi ciudad, Castellón, donde estuve desde el jueves hasta ayer domingo, que fue la traca final, pero yo no tuve fuerzas de encender la mecha. Sí. Es como en San Fermín pero sin toros ni tanto bullicio: la gente corre debajo de los cohetes siguiendo la ruta que les llevarán hasta la plaza del Ayuntamiento, donde se clausura la semana fantástica con un castillo de fuegos artificiales. Y como no podía ser de otra manera, Alberto y Emilio se apuntaron conmigo al espectáculo... sin comentarios. La semana pasada vine el sábado yo solo para ir con mi madre el domingo bien prontito a la Romería que nos lleva hasta la ermita de la Magdalena, pasando por Sant Roc de Canet; no fallo ningún año ni tengo intención de hacerlo nunca. Creo que las tradiciones, mientras sean buenas, se debe hacer lo posible para cumplirlas y cuidarlas, y yo por lo menos a esto no quiero faltar.
     Pero este fin de semana ha sido de traca mix. Y aunque ahora mismo acabo de llegar a Barcelona, tras vomitar en el tren, y me quiero ir directamente a la cama, quería plasmar primero en mi diario personal esta experiencia para que no se vuelva a repetir más. Pero como no voy a dejar a mi público con la miel en los labios, daré una pequeña avanzadilla de lo sucedido en mi casa estas 72 horas de descontrol... Si es que estoy saliendo más ahora, en la Universidad, que en toda mi vida. Y echo de menos ver cine...
     El jueves llegamos por la noche, dejamos el petate y nos fuimos a la colla de las amigas de mi hermana, que la tienen muy cerca de donde están las collas públicas más importantes; es fundamental diferenciar entre pública y privada: en la privada la gente paga por lo que bebe, y en la pública se va a gorronear dejando calderilla en el bote del local. Pero Emilio en eso es diferente también y soltó 6.000 pesetas el primer día; obviamente se las metió en el bolsillo a todas. Y bien que hizo, porque cuando volvimos de día Alberto y yo a mi casa para dormir-descansar, él allí seguía noquisepreguntarhaciéndoqué...
     El viernes más de lo mismo pero con mucha más gente, y el sábado mucha más gente aún. ¡¡¡Madre mía!!! Alberto compró una cámara desechable y no sé yo qué puede salir de ahí. Pero la verdad sea escrita que lo pasamos muy bien, a excepción del mismo sábado por la noche, cuando tuve una pequeña bronca con una tía de Valencia por culpa de la canción de Beck 'Loser'. Sí, perdedor. Además de que me estuvo diciendo que nuestras fiestas eran una mierda y que las Fallas sí que molaban. Yo ahí no me metí, pero le aconsejé que no volviera más. Y referente a Beck, le decía y le repetía que en el estribillo de la canción se escucha: "Soy un perdedor..." Y ella erre que erre con que era "So, open de door...". Y se estuvo riendo de mi inglés de EGB, primero en la plaza de Las Aulas y después en la Colla Bacalao: dos de los lugares más emblemáticos de la noche magdalenera-castellonense. En fin... para una vez que tengo razón en una discusión. Pero me quedé con su teléfono y ella con el mío, así que a ver si se le ocurre llamar para pedirme disculpas, porque yo fui un caballero y no le quise contradecir delante de sus amigas, haciéndole un mate "in your face" a lo Michael Jordan y dejándola en ridículo. ¡¡¡Pelandrusca!!!
     A mí me lo va a discutir si yo... soy un perdedor.
     ¡¡¡Magdalena Vitol!!! Me voy a la cama que esta tarde tengo clase...

3 sept 2012

E-piso-dio 022 · Independence Day

(17-02-1997) De lo que recuerdo del surrealista sábado por la noche, tuvimos una más que interesante charla-coloquio acerca de lo que somos... y después estuvimos cantando: "Como yo te amo...". El viernes por la tarde, por fin, acabamos (de aquella manera) los exámenes del primer semestre y Alberto y yo nos fuimos al cine a visionar 'Independence Day', una americanada de las que vale la pena ver en las salas por el despliegue bélico (y los efectos especiales brutales) que el filme desprende. El trailer era acojonante y fue lo que nos captó, sobre todo con la explosión de La Casa Blanca por parte de una nave alienígena, pero el contenido aun lo supera, con un Will Smith ('El príncipe de Bel-Air') en plan héroe-patriota anti-invasión extraterrestre: nada que ver con E.T. y sus colegas en bicicleta... Porque si los americanos son únicos en el 7º Arte es por impregnar (de vez en cuando) de una emotividad tal a la devenir de los acontecimientos que yo me los imagino levantándose de sus butacas para aplaudir cuando por fin han abatido al enemigo... o cuando de repente aparece de entre las llamas el Ave Fénix que acabará por salvarlos a todos, y así serán felices y comerán perritos calientes hasta la próxima invasión.
      Y el sábado por la noche (¡Ay el sábado por la noche! "Nadie te amará..."), ya más descansados y habiendo hecho la siesta con pijama, como por esta vez decidí hace días que me iba a quedar el fin de semana aquí en Barcelona, Emilio hacía el mismo tiempo que había decidido por nosotros salir de fiesta (con nosotros), y su plan fue el de llamar a mi amiga María y a su amiga Lucía (rollete de vez en cuanto de Alberto) y a una tercera en discordia que yo no tenía localizada pero él sí: Alice (de padre francés y madre catalana). Si es que al fiera no se le pasa ni una...¡¡¡Y la chica está de traca mix!!!
     El crack de Emilio, para convencernos, nos dijo que como nosotros estábamos agobiados de tanto estudiar, pues él quedaría con nuestras amigas y haríamos botellón todos en nuestra casa hasta que fuésemos un poquito animados (o borrachas ellas, a él eso le daba lo mismo), nos comeríamos unas pizzas precocinadas para que no nos diese el bajón y en el furor de la batalla nos iríamos a la Sala Zeleste (Emilio, además, tenía la opción alternativa de enseñarle su habitación por dentro a Alice, antes o después de la Zeleste). Pero algo se truncó en su diabólico plan... y no fue más que las chicas querían cantar. Estaban ellas tan contentas que quería cantar: "Convéncete. Nadie te amará...".
   Pero antes, a lo que iba al principio: la conversación que marcó la noche y seguramente el resto de nuestros días (bueno, igual sólo ayer que lo estuve comentando con Alberto...): ¿A dónde vamos y de dónde venimos) ¿Qué fue antes, la gallina o el huevo? ¿El huevo o la gallina? ¿Quién es más inteligente: el hombre o la mujer? ¿Hay excepciones o es una regla inmutable? “Somos lo que comemos”, esa fue la conclusión a la que llegaron María y Lucía. Alice dijo que ella más que comer lo que necesitaba muy a menudo era follar (y a Emilio casi se le revienta alguna vena de la nariz como al 'Fullet Tortuga' cuando le ve las tetas a Bulma), afirmación que fue del agrado del público masculino, pero estuvimos bastante contenidos estando allí María y Lucía. “Somos lo que somos”; Alberto y yo de nuevo coincidimos en uno de los grandes paradigmas de la naturaleza humana. “Somos un fraude”… dijo Emilio, y "también lo que ha dicho Alice". Y se tomó su enésimo chupito de Whisky brindando por ella. Y al final, como ellas querían cantar y nosotros estaba seguro que daríamos el cante pero sería divertido, nos fuimos los seis a nuestro karaoke preferido repitiendo la misma frase mientras bajábamos por el ascensor, a carcajadas: “No somos nadie”.
     Mira tú que el cancionero popular español es maravilloso, pero es que siempre que vamos acabamos cantando las mismas canciones: Emilio 'Amante bandido', que le viene como anillo al dedo; Alberto y Lucía a dúo 'Es por ti' de Cómplices, lo bordaron; Alice 'Ay que pesado' de Mecano (lo que no sé es si en alusión a alguien o porque a la chica le dio por ahí, ejem ejem) y yo me animé, de nuevo (no sé por qué) con la más grande: Rocío Jurado. Y si la última vez canté 'Como una ola', esta vez tocó 'Como yo te amo'. Y como desafino que es cosa fina, nos lo pasamos de maravilla...
     Y me dejaba para el final a María, que pensaba yo que con esto de Fin de Año y todo eso se me habría pasado un poco el cuelgue... pero haber quedado con ella este último mes para estudiar ha vuelto a despertar en mí esos sentimientos que prefiero que no conozca (aunque con la carita que le pongo, creo que ya no cuela lo de que sólo quiero que seamos amigos). Y verla ahí subida, en el escenario del pub, cantado 'La gata bajo la lluvia' de Rocío Durcal, mirándome con esos ojitos... ¡¡¡La patata se me descontroló!!! Y a partir de ahí, los sucesos se nublan por momentos y los chupitos se tornaron voladores... hasta convertirse en KO por Malibú con Piña & Submarinos (cervezas con pequeñas dosis de Vodka dentro): perdí el conocimiento y me tuvieron que traer a casa sin que le pudiese decir lo que realmente siento por ella. Y mejor, porque hubiese hecho el ridídulo. Ahora por lo menos, canto para mis adentros...
 
"Te amo tanto yo... te amo tanto yo ..."