21 dic 2012

E-piso-dio 027 · El Santo

(06-06-1997) ¡¡¡Nunca he sido un santo!!! Pero tampoco un demonio. Me considero una persona muy normal, de los normales de toda la vida... y si tuviese que buscarme un gran defecto no dudaría: soy muy vago (demasiado diría yo). Sí, lo reconozco: no me gusta en exceso (ni en defecto) estudiar, y pasarme tiempo y tiempo delante de los libros empollando no es que me dé pereza, sino es que cuando acontece... acaba por picarme todo. Me ha pasado desde siempre... y ya veremos hasta cuando, porque en esta carrera mía se ve tan lejana la meta.
     ¡¿Y qué le voy a hacer?! si lo intento y lo intento, pero acabo por claudicar. Trato de rodearme de mentes más privilegiadas que yo (Emilio no cuenta) pero no hay manera: cuando me quedo solo... la resistencia a levantarme de la silla se torna desesperanza. Y así sigo, especialmente este último mes que he estado a tope preparando los exámenes que están a la vuelta de la esquina... pero si miro atrás, estos últimos treinta y pico días... qué mal aprovechados que han estado: y lo que más me molesta es que cada vez saco menos tiempo para escribir (hablo de escribir algo con fundamento).
     Eso sí: cine, lo que se dice ver cine... todo el que tú quieras. Porque si algo me parezco a Alberto (entre otras muchas cosas en las cuales coincidimos) es que a ninguno de los dos nos gusta mucho estudiar, con la gran peculiaridad, por su parte, de que él no necesita horas y horas para aprenderse tochos interminables, porque se lo lee y ya se hace una idea clara y clarividente de lo que está aconteciendo... y luego lo dice con sus palabras y asunto resuelto: además en Comunicación Audiovisual es todo más práctico, y no tan teórico como en Periodismo. Así que como tampoco he hecho los deberes este segundo trimestre, me va a tocar currármelo durante estos días,  a contrarreloj, porque sino ya me veo este verano estudiando y estudiando (que estudiar lo que se dice estudiar me va a tocar, ya que no voy a pasar limpio... pero si los daños pueden ser mínimos, pues eso que me gano, así que venga, va: a minimizar el siniestro total).
     Y ya que hablo de películas, el otro día vimos El Santo, de Val Kilmer (con palomitas dulces y un refresco de cola con gas... sin gas). A ver... la película no está mal, y a no ser que a él no lo tenemos mitificado desde Top Secret, pues igual la hubiésemos visto flojita... pero le acabamos dando un aprobado, porque las pelis de espías nos gustan especialmente, pero más si son thrillers que te dan que pensar, al estilo de Los tres días del CóndorEl Informe Pelícano. Sí, esa con Julia Roberts y Denzel Washington dirigida por Alan J. Pakula (¡cómo mola este nombre!).
     En fin, que me voy a estudiar... ya que este finde me quedo en Barcelona (o por lo menos a hincar los codos durante par de horas, que esta noche, aprovechando que estoy aquí, me iré de nuevo al cine con mis compañeros de piso a ver la primera que se nos antoje -y menos mal que hoy no elije Emilio, porque a él sólo le gustan de acción... mucha acción-).