23 oct 2012

E-piso-dio 025 · Romeo y Julieta

(8-04-1997) Si te preguntasen: ¿Qué historia es infalible para ligarte a una chica? Supongo que mucha gente contestaría que la de 'Romeo y Julieta' de William Shakespeare, digo yo, aun sin haberse leído la novela. Porque existen mitos que pasan de generación en generación y que te hacen aproximarte, casi incluso refugiarte, en un relato sin apenas tener información de él. Pero claro, cuando una auténtica leyenda literaria se convierte en una adaptación cinematográfica contemporánea pueden suceder dos cosas: una primera es que no esté bien adaptada y una segunda, por esa regla de tres, que sí esté bien adaptada. Y una vez hayamos juzgado la película en función de la raíz de la misma, habrá que ver qué tal es el fruto... y cómo nos sienta alimentarnos de él. Escrito esto, del tirón y sin apenas pestañear, extraigo mis propias conclusiones de lo acontecido anoche... cuando Alberto y yo invitamos a ver 'Romeo y Julieta' de Williams Shakespeare a María y a su amiga Lucía.
     A mí personalmente la película no me gustó especialmente, me dio la sensación de que sobraban algunos personajes y demasiado "modernor"... aunque vale que hay momentos muy mágicos como cuando Romeo se encuentra con Julieta en una fiesta de disfraces y parece que estén jugando al pilla-pilla. Y también a pesar de que la protagonista, de nombre Claire Danes, es la dulzura personalizada, la moraleja a la que llegué (bueno, que llegamos mi amigo y yo) es que no puedes llevar al cine a dos chicas que te quieres ligar si ya de ante mano están enamoraditas de Leonardo DiCaprio, que casualmente es el protagonista absoluto. Y bueno, Alberto aún, aún... que tiene un rollo con Lucía y de vez en cuando quedan y... pero yo. ¡¡¡Yo soy un desgraciado!!! Porque es que, además, para más retintín, cada primer plano en el que el joven actor aparece guapísimo se lo pasan gritando de emoción como su estuviésemos en un concierto de los Backstreet Boys. Así es que la susodicha en cuestión ni va a entender ni va a valorar que le estás llevando a ver nada más y nada menos que Romeo y Julieta, la historia más bonita y romántica de amor jamás contada (aunque al final se les fuese la mano). Y todo para acabar acompañándolas a casa y que se pasen todo el camino histéricas que si Leo por aquí que si Leo por allá... y encima fue dejarlas en el portal y se pone a llover: para empezar bien la semana, "chopaditos" a casa que nos volvimos y esta mañana me la he pasado resfriado en la cama.
     Pero bueno, así es la vida del "amigo especial", como es mi caso con María (que sigue con novio, aunque yo nunca les veo juntos ni me hable de él, que cualquier día le canto la canción de Perales para saber más del muchacho). Yo soy ese que está siempre ahí para poner el hombro, el colega de los abracitos y, muy de vez en cuando y si hay suerte, para rozar teta porque ella se arrima demasiado. Pero es que ya me lo decía mi madre: "Hijo mío, ya no quedan hombres tan románticos como tú". Ni tan patéticos tampoco...

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