8 jun 2012

E-piso-dio 014 · Tommy

(22-11-1996) Dos meses después de mi aterrizaje (utilizo este término por todo lo que he alucinado desde que estoy aquí) en Barcelona, hoy me he despertado-levantado a ritmo de los The Who, uno de los grupos preferidos de mi padre (y que estoy empezando a descubrir y a disfrutar muy a tope): primero ‘Won't Get Fooled Again’, luego ‘Who Are You’ y ‘I Can't Explain’, seguido de ‘Pinball Wizard’, para acabar con la melódica e irrepetible ‘Baba O'Riley’. Encerrado en mi habitación jugando a simular un viaje ácido de los que sólo puedo imaginar por lo que me han contado y he visto en la televisión y leído en los libros... Así hasta tres veces, “desfaenado” y rebobinando esta Cara A grabada por Alberto de los grandes éxitos de esta mítica banda británica. En nuestro pequeño hogar en el centro de la Ciudad Condal tenemos estas cosas, que somos muy de rachas y de repetir & repetir lo que más nos gusta hasta que pasamos a otra cosa... Pues eso, a otra cosa.
Que Alberto es un megacrack eso ya lo sé yo desde hace muchos (muchísimos) años… pero día a día me sorprende más. En la Universidad, en Comunicación Audiovisual, todos las temporadas ofrecen una beca a un alumno del departamento para que ocupe de una especie de ciclo de cine, y todas las semanas, los martes y los jueves por la tarde, se ocupe de proyectar in situ alguna película referente al autor escogido por el becario/a. Pues bien, nunca antes habían seleccionado a un novato de primer año para que fuese el encargado de llevar dicha enmienda y voilà… siempre hay una primera vez (o eso dicen). ¡¡¡Qué genio!!! Nunca hay que subestimar el poder de mi amigo puesto que se ha camelado a la tutora (¡y qué tutora!) y ha conseguido el puesto. ¡¡¡Empezamos ayer!!! Y lo digo en plural porque nada más enterarse que había sido el elegido me lo vino a contar y a pedirme, por favor, que le ayudase a prepararlo. Y claro, yo encantadísimo.
En una alarde de originalidad sin precedentes decidimos que el primer tema sería, nada más y nada menos que... Star Wars (en estos momentos sonaría la híper conocida música de John Williams, o como yo la llamo ‘La marcha nupcial espacial’), y ayer por la tarde proyectamos La Guerra de las Galaxias con un éxito atronador (por los aplausos, digo). El martes que viene será el turno para El Imperio contraataca y el jueves El retorno de Jedi. Y mucho tuvo que ver la aportación de Emilio, todavía emocionado, que muy orgulloso nos dejó su Soldado de Asalto Imperial blanco para amenizar el evento. ¡Y hemos triunfado, vaya si hemos triunfado!... más que Massiel en Eurovision; eso sí, la mayoría del público asistente se podría catalogar dentro del término frikis, pero encantadores… y encantadoras, haciéndose fotos con nosotros tres y el soldado. O únicamente con el soldado: es lo que tiene salir por la televisión. Después hasta nos fuimos con ellas a tomarnos unas birras a la cantina de la Universidad: ¡Vaya tela, tenemos hasta groupies! En fin, que sólo nos faltó acabar escenificar una épica batalla con espadas láser…
Yo, a petición de Alberto, le preparé para que él hiciese la presentación una especie de discurso, bastante sencillo pero que sintetizaba muy bien tanto lo que íbamos a ofrecer al público durante este 1996/1997 como el porqué habíamos decidido empezar con la trilogía de George Lucas; “Y que la fuerza os acompañe” tiene mucho filón como conclusión de cualquier charla-coloquio, así que... La gente hasta nos hizo preguntas, al estilo de una mesa redonda en un pequeñito salón de actos muy bien acondicionado... pero con una mesa rectangular de escuela, donde estábamos nosotros sentados con el público enfrente en unas butacas muy logradas. ¡Qué alu_cine! Emilio no dijo nada, sólo que el soldado era suyo, y se inventó que perteneció realmente a uno de los extras que aparecieron en las tres películas... es decir, a su padre. ¡Como siempre el que más ligó fue él!
Y ahora voy a darle la vuelta a la cinta, poner la Cara B y bailar frente al espejo haciendo que toco la guitarra como Pete Townshend, canto como Roger Daltrey y aporreo la batería como el fallecido (y genial) Keith Moon en ‘My generation’, mientras me preparo a coger el tren para irme a pasar el finde a Castellón junto con los ‘míos’ y comerme así un buen trozo de coca de tomate que me apetece un montón…

“People try to put us d-down (Talkin' 'bout my generation)”...
"La gente trata de ponernos hacia abajo (Hablando acerca de mi generación)"...

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